lunes, 22 de octubre de 2012

Pimentón de la Vera


Siendo hija de extremeños y a finales de octubre que estamos, debo inaugurar este blog hablando del pimentón de la vera, producto que ha de estar en toda casa en la que se cocine medio bien.

Tiene Denominación de Origen Protegida. Se produce en Cáceres (lo trajo Colón de su primer viaje), en el lugar más bonito del mundo: la Comarca de la Vera. El proceso es totalmente tradicional:

1. Semilleros (febrero-abril) para la obtención de las matas de pimiento.
2. Transplante (mayo-junio) al terreno ya preparado, mullido, abonado. Se hace a mano o con máquinas. Después, riego abundante para que arraiguen.
3. Recogida a mano (octubre). Es la fase más dura... Se introducirá la tecnología gracias a un proyecto de la Universidad de Extremadura.
4. Ahumado en secaderos (octubre-noviembre) Están hechos de adobe o piedra y tienen dos plantas, la de arriba con un enrejillado para los pimientos y la de abajo para el fuego o el horno en los más modernos. El humo de la lumbre, hecha con encina o roble, sube y seca los pimientos a través de los agujeros. Durante 15 días se remueven los pimientos diariamente para que el secado sea uniforme.
5. Molienda en fábrica, con molinos de piedra.
6. Envasado (las latas son lo más)

Este tratamiento le da al pimentón de la Vera su distintivo: un ligero toque ahumado, inconfundible aroma y alta estabilidad en el color, sin deteriorar sus cualidades.

En 1901 España exportaba casi 20.000 toneladas de pimentón, de la Vera y murciano (del que hablaré otro día). Esta suerte cayó en picado porque en 1929 la dictadura de Primo de Rivera autorizó adulterarlo, añadiendo aceite, para que los de peor calidad parecieran más lustrosos y pesaran más. Cuando llegaba a su destino, tras un largo y húmedo viaje en barco, lo hacía en mal estado. Así,  hoy los principales exportadores son India y China. ¡El mundo se lo está perdiendo!

Y es que en España lo usamos para mil cosas, sobre todo para conservas, escabeches y embutidos. Todas sus clases: dulce, de variedades Bola y Jaranda; agridulce, de Jaranda y Jariza; y picante, hecho con variedad Jeromín. ¿Qué sería de nuestra cocina sin platos "pimentoneros" como el pulpo a feira, las patatas riojanas, las bravas o el mojo picón?

7 comentarios:

  1. ¿Y lo riquitas que están las lentejas con un toque de pimentón?

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  2. Un blog que era necesario ya. Enhorabuena.

    Sobre el pimentón tan sólo puedo decir que se abusa mucho de él en algunas regiones. Doy fe.

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  3. Loren, nunca se abusa demasiado del pimentón, jeje! Qué sería del pulpo a la gallega sin pimentón...a mi me da la vida!
    Fran

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  4. Una de mis cenas favoritas: queso de cabra (en Aldi venden uno ecológico a muy buen precio)con un poquito de pimentón y chorro de aceite de oliva. MARAVILLA.

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  5. me gusta el pimentón
    y me ha gustado tu post
    besos

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  6. ummmmmmmm pimenton de la vera! a la vera, vera de San Juan!! Ay garrotin, ay garrotán!!!

    Me encanta!!!!!!!! que bonita comarca!

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