martes, 6 de noviembre de 2012

Pacharán Ordesano


Hace un par de fin de semanas estuve en Broto, localidad del Pirineo Aragonés pegadita al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Dando un paseo por la orilla del río Ara, que cruza el pueblo, topé con una tienda-fábrica de pacharán y compré un par de botellas. Me llamó la atención su packaging, muy cuidado (colgaré fotos en facebook), algo de lo que suelen carecer los productos típicos, más atentos al contenido que al continente... Tienen botellas de 70 cl., para casa;  de 20 cl., para regalar; y de 10 cl., perfecta para detalle de boda, empresa...

La chica que me atendió, majísima, me invitó a pasar a la fábrica-trastienda y me explicó el proceso de fabricación:
. Recogen endrinas de la zona, de hecho en la puerta hay un cartel que invita a todo el que quiera a llevárselas.
. Las maceran en anís durante casi un año, controlando su punto justo por el color (y por la experiencia, supongo) ya que si se pasan, el hueso de la endrina puede hacer que amargue.
. Filtran la mezcla de forma tradicional, con un paño.
. El resultado pasa por un aparato que lo deja sin ningún tipo de residuo del que sale el licor listo para embotellar directamente.
. Se encorchan las botellas y se etiquetan, a mano.

La empresa, que lleva funcionando desde 2009, ha introducido como novedad el licor de moras del Valle de Ordesa, que no lo probé pero tiene muuuy buena pinta. Distribuye sus productos, además de en la mayoría de comercios y restaurantes de la zona, en varios puntos de la península, Francia y ¡hasta en África!. Y seguro, seguro que seguirá creciendo...

Si queréis una botellita deberíais ir a Broto porque es precioso, pero si no podéis no es problema ya que envían botellas a particulares, sin pedido mínimo, en 72 horas y sin gastos de envío a partir de 4 unidades.

Más info aquí

martes, 30 de octubre de 2012

Coliflor de Calahorra


La mejor coliflor es hermosa, compacta, blanquita, sin gránulos, con hojas verdes,  y se cultiva en el este de La Rioja desde el siglo XIX, en las tierras fértiles de los ríos Cidaco y Ebro. Allí hay bastante humedad, los veranos son largos y los inviernos suaves, características fundamentales para que los frutos se desarrollen lentamente y tengan un sabor insuperable.



El principal componente de la coliflor es el agua. De poco aporte calórico, es fuente de fibra, vitaminas (especialmente vitamina A -el doble de la ración diaria recomendada-  y vitamina C -antioxidante y fortalecedora de defensas del organismo-), calcio y fósforo. Es muy beneficiosa para regular la presión arterial, la retención de líquidos, enfermedades del colon y dietas de adelgazamiento.

La coliflor de Calahorra tiene Indicación Geográfica Protegida, distintivo de calidad que da la Unión Europea y que vincula la calidad del producto a su origen geográfico. Para acreditarlo se realizan controles para garantizar la autenticidad del producto, de cultivo, de abonos, de momento óptimo de recogida y de almacén.

Se comienza a cosechar por estas fechas, de noviembre a mayo, a mano, manteniendo sus hojas verdes y se entrega en un almacén, con temperatura de 0 a 5 grados, antes de 12 horas para que conserve todas sus propiedades.

En nuestra casa, lo suyo es que la conservemos en el frigorífico, envuelta en una bolsa de plástico perforada, como mucho una semana. Si queremos mantenerla más tiempo, hasta ocho meses, se puede congelar, escaldando antes los cogollos.

Para usarla la coceremos con unas gotitas de vinagre, para evitar el mal olor, y quedará lista para disfrutarla al ajo arriero, en lasaña... y de mi forma favorita: gratinada con bechamel. Tremenda.

Info: http://www.coliflordecalahorra.com/

lunes, 22 de octubre de 2012

Pimentón de la Vera


Siendo hija de extremeños y a finales de octubre que estamos, debo inaugurar este blog hablando del pimentón de la vera, producto que ha de estar en toda casa en la que se cocine medio bien.

Tiene Denominación de Origen Protegida. Se produce en Cáceres (lo trajo Colón de su primer viaje), en el lugar más bonito del mundo: la Comarca de la Vera. El proceso es totalmente tradicional:

1. Semilleros (febrero-abril) para la obtención de las matas de pimiento.
2. Transplante (mayo-junio) al terreno ya preparado, mullido, abonado. Se hace a mano o con máquinas. Después, riego abundante para que arraiguen.
3. Recogida a mano (octubre). Es la fase más dura... Se introducirá la tecnología gracias a un proyecto de la Universidad de Extremadura.
4. Ahumado en secaderos (octubre-noviembre) Están hechos de adobe o piedra y tienen dos plantas, la de arriba con un enrejillado para los pimientos y la de abajo para el fuego o el horno en los más modernos. El humo de la lumbre, hecha con encina o roble, sube y seca los pimientos a través de los agujeros. Durante 15 días se remueven los pimientos diariamente para que el secado sea uniforme.
5. Molienda en fábrica, con molinos de piedra.
6. Envasado (las latas son lo más)

Este tratamiento le da al pimentón de la Vera su distintivo: un ligero toque ahumado, inconfundible aroma y alta estabilidad en el color, sin deteriorar sus cualidades.

En 1901 España exportaba casi 20.000 toneladas de pimentón, de la Vera y murciano (del que hablaré otro día). Esta suerte cayó en picado porque en 1929 la dictadura de Primo de Rivera autorizó adulterarlo, añadiendo aceite, para que los de peor calidad parecieran más lustrosos y pesaran más. Cuando llegaba a su destino, tras un largo y húmedo viaje en barco, lo hacía en mal estado. Así,  hoy los principales exportadores son India y China. ¡El mundo se lo está perdiendo!

Y es que en España lo usamos para mil cosas, sobre todo para conservas, escabeches y embutidos. Todas sus clases: dulce, de variedades Bola y Jaranda; agridulce, de Jaranda y Jariza; y picante, hecho con variedad Jeromín. ¿Qué sería de nuestra cocina sin platos "pimentoneros" como el pulpo a feira, las patatas riojanas, las bravas o el mojo picón?